Tratamiento fiseoterapéutico en la oficina. Ese es el nicho de mercado que Fiempa ha decidido explotar en plena crisis económica. Sus operarios se desplazan a las empresas para tratar en el propio centro de trabajo las lesiones que puedan tener los miembros de la plantilla.
«Un 80% de las bajas laborales se producen por enfermedades músculo-esqueléticas» explica Diamantina Toledo, gerente de Fiempa, quien puntualiza que «posturas prolongadas y malas prácticas a la hora de realizar manipulaciones» son las principales causas de este tipo de molestias.
Desde hace dos años esta empresa gijonesa ataca este problema en su raíz y desplaza sus servicios a las instalaciones empresariales, donde con mayor frecuencia se producen las lesiones que tratan. Para atender lesiones, prevenir que los empleados pierdan días de trabajo y para concienciarles de que vigilen su propia salud a la hora de ponerse manos a la obra, Fiempa desplaza sus servicios a los centros de trabajo donde también realiza talleres posturales para «educar al trabajador en la responsabilidad que tiene en su propia salud». Toledo cree que para mejorar las condiciones laborales de la plantilla y que se reduzca el número de bajas laborales, «la figura del fisioterapeuta es necesaria dentro de la empresa».
Para poner en marcha su novedoso proyecto, Diamantina Toledo tuvo que superar algunas barreras, aunque desde un primer momento contó con importantes clientes, como Ikea. «El primer año las empresas no entendían muy bien el servicio» comenta la gerente, quien confiesa las dificultades que supuso convencer a los directivos de las compañías a las que ofrecía sus prestaciones. Para que Fiempa desarrolle de forma efectiva su actividad necesita que las instalaciones de la compañía cuenten con una enfermería o una habitación vacía, que pueda habilitarse para realizar las consultas. «La mayoría de las empresas de Asturias son pequeñas y no disponen de salas que poner a nuestra disposición» comenta Toledo. Asegura que para solucionar este problema ha comenzado a ponerse en contacto con gerentes de diversos polígonos industriales asturianos, para conseguir que le permitan utilizar los espacios comunes que comparten todas las compañías que albergan estos complejos.
Una vez superadas estas barreras, «ha habido un cambio de mentalidad» y los empresarios han comenzado a ver «como algo normal» que los fisioterapeutas se desplacen a sus instalaciones. Algunas compañías cubren incluso una parte del coste de los servicios, que en general pagan los trabajadores que solicitan tratamiento.
Los impedimentos que tienen la mayoría de sus clientes potenciales para acudir a consulta son otro de los factores que empujó a Toledo a llevar su negocio directamente al lugar de trabajo: «Mucha gente ni siquiera tiene tiempo para ir al fisioterapeuta». Según defiende, los servicios terapéuticos 'a domicilio' suponen «un ahorro de tiempo» y además favorecen la «conciliación familiar» de los clientes, que es otro de los grandes objetivos de esta empresa asturiana.
viernes, 19 de octubre de 2012
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